Alarma sanitaria en el campo correntino
En el marco de la 137° Exposición Rural de Palermo, el ministro de Producción de Corrientes, Claudio Anselmo, junto al director de Producción Animal, Eduardo Ortiz, participaron de una jornada técnica organizada por el INTA, donde pusieron sobre la mesa el impacto que tienen las enfermedades ganaderas, especialmente aquellas transmitidas por garrapatas.
Durante su presentación, Ortiz reveló una cifra alarmante: “Estimamos alrededor de 80 millones de dólares de pérdida en un solo año en siete departamentos del sur de Corrientes, por no tener inmunidad en nuestras vacas”, aseguró. La situación se vincula principalmente al avance del llamado Síndrome de Tristeza Bovina, una enfermedad que afecta directamente a la producción ganadera.
Reclamo por mayor apoyo nacional
Ortiz aprovechó la oportunidad para señalar la falta de atención del Gobierno nacional sobre enfermedades que, si bien no son zoonosis, afectan de forma directa la economía regional. “La peste y las garrapatas no estaban en la mesa nacional, pero logramos ponerlas. Nación tiene que enfocarse también en lo que afecta directamente a la producción”, expresó con firmeza.
Asimismo, el funcionario destacó el trabajo interinstitucional que se realiza desde Corrientes para acompañar al sector ganadero. “El dueño de la vaca no es el Estado, es el productor. Por eso estamos dándole herramientas para que pueda minimizar las pérdidas”, remarcó Ortiz.
El cambio climático agrava el problema
Según estudios recientes presentados por técnicos del INTA, el aumento de la temperatura global (que ronda el 1,5 °C) estaría desplazando el hábitat de la garrapata hacia el sur, lo que amplía las zonas de riesgo y multiplica los casos en regiones previamente no afectadas.
Una problemática regional
Corrientes no es la única provincia con este tipo de perjuicio económico. El avance de enfermedades transmitidas por vectores como las garrapatas afecta a toda la región NEA, por lo que las autoridades coincidieron en la necesidad de adoptar estrategias regionales, articuladas entre provincias y Nación, para proteger la producción ganadera.
“La solución debe ser regional y articulada", insistió Ortiz, en línea con la visión de la Mesa del Síndrome de Tristeza Bovina, una herramienta clave para abordar este desafío sanitario.