Una experiencia académica con impacto social
En el marco de un convenio de extensión entre la Municipalidad de Corrientes y la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), estudiantes de Veterinaria realizan prácticas profesionales en la atención de equinos que fueron secuestrados por maltrato en la vía pública o entregados por carreros.
El secretario de Coordinación de Gobierno, Hugo Calvano, explicó que los estudiantes trabajan en la Base Esperanza, el predio donde son trasladados los caballos tras ser recuperados. Allí reciben atención de los veterinarios municipales y de docentes de la Facultad, lo que permite a los alumnos adquirir experiencia práctica al mismo tiempo que brindan un servicio a la comunidad.
“Lo primero que hacemos es darles atención, recuperarlos y ponerlos en buenas condiciones. Luego los equinos pasan a campos registrados en el programa para continuar con su desarrollo en mejores condiciones de vida”, detalló Calvano.
Base Esperanza: el primer refugio
El director General de Zoonosis del municipio, Ricardo Sánchez, destacó que más de 150 estudiantes universitarios ya pasaron por la experiencia.
“Contamos con un equipo de veterinarios que, una vez que ingresan los animales, les brinda todas las atenciones necesarias: curación de lesiones y alimentación adecuada”, explicó.
Desde la Facultad de Ciencias Veterinarias, el docente Nicolás García valoró que las prácticas permiten a los estudiantes integrar conocimientos teóricos con el trabajo de campo, además de realizar un relevamiento sobre el estado de los caballos de tracción en la ciudad.
Formación profesional y compromiso comunitario
La propuesta involucra a estudiantes de tercer año, organizados en grupos y bajo supervisión docente, quienes acceden a un contacto directo con equinos en situaciones reales de evaluación y tratamiento.
El estudiante Facundo Benito, oriundo de Chaco, destacó la oportunidad:
“Generalmente en la facultad trabajamos con perros y gatos. Hoy pudimos hacerlo con equinos, que son animales grandes, y fue una experiencia muy valiosa para nuestra formación”.
Un programa con mirada integral
Este trabajo se enmarca en el plan de reconversión productiva de los carreros, que busca ofrecer alternativas a las familias que históricamente se dedicaron a la tracción a sangre y garantizar mejores condiciones de vida a los caballos.
La Base Esperanza se consolida así como un espacio de formación universitaria y de compromiso social, donde estudiantes y profesionales suman esfuerzos para recuperar animales, cuidar su salud y promover una ciudad más inclusiva y responsable con los animales.