Corrientes Celebró el Karaí Octubre con Platos Típicos y Música en Vivo
Este 1° de octubre, la Municipalidad de Corrientes revivió la tradicional celebración del Karaí Octubre, una festividad ancestral guaraní, con el objetivo de mantener viva esta práctica cultural. Vecinos y turistas participaron de la jornada en tres puntos emblemáticos de la ciudad: Casa Molinas, el Centro Cultural Adolfo Mors en el parque Cambá Cuá y la plaza La Tradición del barrio San Gerónimo.
El secretario de Cultura y Educación, José Sand, expresó su satisfacción por el éxito de la celebración: "Como cada primero de octubre, estamos compartiendo con los vecinos comidas típicas, para transmitir y sostener esta tradición ancestral que se practica en toda la región, pero que en Corrientes está muy viva".
Platos Típicos y Modo de Cocción Tradicional
En cada uno de los tres puntos de la ciudad se prepararon platos típicos utilizando técnicas tradicionales como la cocción a fuego de leña. Esta actividad, organizada por la Secretaría de Cultura y Educación, también incluyó música en vivo y la participación de elencos estables municipales, ofreciendo a los asistentes una experiencia completa que revalorizó la creencia y tradición guaraní.
Raúl, un vecino de la ciudad, expresó: “Es una hermosa tradición de esta zona guaraní, principalmente de Corrientes. Vine a buscar a mi nieta a la escuela y aproveché esta gentileza de la Municipalidad. Algo he leído sobre la tradición del Karaí Octubre, así que no quiero que me falte nada en mi casa, por eso participo de esta iniciativa”.
La Leyenda del Karaí Octubre
La leyenda del Karaí Octubre señala que, históricamente, en el mes de octubre las reservas de alimentos de las familias campesinas estaban a punto de agotarse, ya que la temporada de cosecha recién comenzaba. Para evitar la miseria, cada 1 de octubre las familias preparaban grandes cantidades de alimentos como símbolo de abundancia.
La tradición cuenta que el Karaí, un espíritu supervisor, visitaba las casas para verificar si había suficiente comida. Si encontraba abundancia, las premiaba; en caso contrario, castigaba los cultivos de la familia.