El sueño de ver a Los Pumas en lo más alto del rugby mundial se desvaneció en un emocionante partido por el tercer puesto en el Mundial de Rugby. El equipo argentino demostró su coraje y determinación, pero no logró superar a la potente selección inglesa, dejando a los fanáticos con el corazón en la mano.
Desde el primer minuto, el encuentro mostró un rostro conocido para los seguidores de Los Pumas. El equipo que había deslumbrado en la primera fase del torneo, especialmente en su enfrentamiento con Gales, se vio opacado por errores y falta de precisión. Inglaterra, un rival formidable, supo aprovechar estas debilidades.
Apenas a un minuto de iniciado el partido, Los Pumas concedieron un penal que el experimentado Farrell de Inglaterra no dudó en convertir en tres puntos. El panorama se tornó aún más desafiante cuando, a los siete minutos, un desacuerdo en la defensa argentina permitió que Earls, de Inglaterra, se colara para anotar un try.
La diferencia en el marcador se amplió aún más con otro penal convertido por Farrell. Para el minuto 12, la posesión de Inglaterra alcanzaba el 59%, y Los Pumas se encontraban en desventaja por 13-0. A pesar de su promesa de hambre y capacidad para la medalla, los argentinos comenzaron fríos en una noche parisina de once grados.
Sin embargo, a pesar de los errores y la presión del rival, Los Pumas no se rindieron. Lentamente, recuperaron el control de la pelota y comenzaron a ejercer presión sobre Inglaterra. González, con su resistencia y recuperación de balones, se convirtió en un pilar fundamental en la lucha por el control del partido. Finalmente, antes de que finalizara el primer tiempo, un valiente Cubelli anotó un try, reduciendo la brecha en el marcador a 10-16.
El inicio del segundo tiempo vio a Los Pumas resurgir con un try espectacular de Santiago Carreras. El jugador aprovechó un error del rival y, con una carrera brillante, logró anotar un try que emocionó a los seguidores argentinos. Sin embargo, un nuevo penal permitió a Inglaterra mantenerse a la par.
A pesar de un penal anotado por Boffelli para Los Pumas, ambas selecciones comenzaron a cometer errores y ceder el balón con patadas. Nadie se animaba a tomar el control del partido, y las oportunidades se esfumaban. Los cambios en ambas alineaciones no lograron cambiar el rumbo del encuentro.
En los minutos finales, Los Pumas lucharon por igualar el marcador. Un penal anotado por Sánchez generó esperanzas, pero un intento fallido de Sánchez en el último minuto selló la suerte del equipo argentino. A pesar de una actuación enérgica en el segundo tiempo, Los Pumas no pudieron superar a Inglaterra.
El partido concluyó con una victoria ajustada para Inglaterra, con un marcador de 26-23, dejando a Los Pumas en la cuarta posición del Mundial de Rugby. Aunque el equipo argentino mostró coraje y determinación, la medalla de bronce recae en manos de los ingleses. Esta es la tercera vez que Los Pumas llegan a las semifinales y terminan en el cuarto lugar, repitiendo la actuación de 2015.