En la reunión plenaria del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, se aprobó un aumento del 32,2% para el salario mínimo correspondiente al último trimestre del año (octubre-diciembre). Esto significa que a partir de octubre, los trabajadores recibirán un salario mínimo de 132,000 pesos, que se elevará a 146,000 pesos en noviembre y finalmente alcanzará los 156,000 pesos en diciembre.
Además, se aprobó un aumento en las prestaciones por seguro de desempleo, que pasarán del 50% al 75% del importe neto de los últimos seis salarios.
Este acuerdo fue respaldado por sindicatos y cámaras empresariales, a excepción de la Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA), que votó en contra y reafirmó su demanda de un aumento mínimo del 44%. Sin embargo, la CGT y la CTA de los Trabajadores, lideradas por Hugo Yasky, apoyaron la propuesta.
A pesar del acuerdo, la CTAA expresó su preocupación de que el salario mínimo seguirá estando por debajo de la línea de indigencia a partir de diciembre. La CGT celebró el acuerdo como un avance en la mejora de los ingresos de los trabajadores y enfatizó la importancia de responder a las necesidades de los trabajadores en medio de la inflación y las dificultades económicas. La ministra de Trabajo, Raquel Olmos, destacó la importancia de actualizar el salario mínimo y mejorar el seguro de desempleo para incentivar la formalización del empleo y garantizar una mayor igualdad en los ingresos complementarios de los trabajadores.
Este aumento representa un esfuerzo por mantener el poder adquisitivo de los trabajadores en un contexto económico desafiante, pero algunas voces críticas argumentan que es insuficiente para cubrir las necesidades básicas de los trabajadores en un entorno de alta inflación.