Desde hoy, los precios de la yerba mate en Argentina han dejado de estar sujetos a regulaciones, lo que ha suscitado preocupación entre los consumidores respecto a posibles aumentos en los productos disponibles en las góndolas de los supermercados y tiendas locales. Este cambio significativo se debe a un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que ha desregulado parte de la economía, incluyendo el sector de la yerba mate.
Durante los últimos 22 años, los productores de yerba mate han contado con un precio mínimo garantizado para la hoja verde y la yerba canchada (yerba seca, sin moler). Sin embargo, a partir de este lunes, la situación ha cambiado, marcando un nuevo escenario para la industria y los consumidores.
A pesar de la preocupación inicial, expertos señalan que la desregulación no debería tener un impacto inmediato en los precios de la yerba mate en las tiendas. Esto se debe a que el precio del paquete de yerba ya ha sido ajustado previamente debido a la devaluación ocurrida en diciembre pasado. Además, el precio que se paga por la hoja verde en el mercado se mantiene alrededor de los 370 pesos por kilogramo en el secadero.
Representantes de los productores de yerba mate afirman que, con el precio actual de la yerba en el mercado, los industriales podrían pagar lo que demandan los productores sin necesidad de aumentar el precio final del producto en las góndolas.
Ante esta situación, diversas voces se han pronunciado al respecto. Mariel Gabur, ministra de Industria, Trabajo y Comercio de Corrientes, ha buscado tranquilizar a la población, afirmando que no espera que los precios se disparen. Por su parte, algunos cooperativistas sostienen que los industriales tienen margen para mantener el precio de la yerba mate a la salida del molino sin afectar su rentabilidad.
El contexto de la desregulación de los precios de la yerba mate se enmarca en un decreto firmado por el presidente en diciembre pasado, el cual quitó al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) la facultad de fijar precios de referencia. Esta medida ha generado debate y preocupación entre los actores involucrados en la cadena productiva de la yerba mate en Argentina.