Corrientes, entre las provincias con mejores indicadores
Desde el Ministerio de Educación provincial destacaron que el estudio no contempla factores clave como la ruralidad, la brecha digital o la situación socioeconómica de los estudiantes, y que además considera como fracaso las repitencias, cuando muchos alumnos logran finalizar sus trayectorias educativas en otros tiempos.
En Corrientes, el porcentaje de estudiantes que finalizan la secundaria en tiempo aumentó un 12% respecto de 2022, alcanzando el 50%, lo que ubica a la provincia entre las tres con mayor crecimiento.
En cuanto a los alumnos que terminan “en forma”, es decir, con conocimientos mínimos en Lengua y Matemáticas, los resultados muestran una mejora del 2,7% en Lengua y un descenso del 3% en Matemática, menor al promedio nacional, que fue de 5,5%.
El mismo informe nacional reconoce que sólo Corrientes y Formosa mantuvieron su proporción de estudiantes que concluyen la secundaria en tiempo y forma, con 5 de cada 100 cumpliendo ambos criterios.
Datos provinciales y mejora sostenida
De acuerdo con los registros oficiales del Ministerio de Educación de Corrientes, 8 de cada 10 estudiantes secundarios promocionan de año, mientras que la repitencia se mantiene en torno al 9%, en línea con los índices nacionales.
Asimismo, la sobreedad escolar —alumnos que cursan con más edad que la esperada para su nivel— disminuyó casi 10 puntos porcentuales en la última década, pasando del 44,1% en 2013 al 34,9% en 2023.
Un cambio en la enseñanza de la lectura y la escritura
López explicó que los desafíos educativos también están ligados al modo en que se enseña a leer y escribir desde los primeros años.
“Descubrimos que había alumnos que no leían ni escribían con comprensión. Decidimos cambiar el método de enseñanza en la primaria, porque llegaban a la secundaria sin entender un texto”, afirmó.
La ministra señaló que muchos estudiantes aprendían de manera memorística:
“Eran alumnos que sabían las tablas o los contenidos de memoria, podían tener buenos resultados académicos, pero cuando llegaban a la universidad tenían dificultades por no comprender los textos”.
En esa línea, subrayó el rol clave del docente en los primeros años de la educación:
“Tenés que leer en primer grado, ese es el trabajo del maestro en el aula. En tercer grado tenés que leer con fluidez; a partir de ahí, el alumno va solo”.
Finalmente, destacó que el cambio metodológico se apoya en evidencias internacionales:
“Todas las investigaciones a nivel mundial coinciden en esto. Por eso, desde el inicio de mi gestión, retomamos una nueva forma de enseñar a leer y escribir, y eso está dando resultados”.