La creciente del río Paraná ha llegado a barrios vulnerables en la ciudad de Corrientes, como Caridi y Quinta Ferré. A pesar de que el agua ha comenzado a ingresar en muchas viviendas, los vecinos se resisten a la evacuación debido al temor a la inseguridad. Muchas familias han decidido quedarse en sus casas para proteger sus pertenencias, incluso cuando el agua avanza rápidamente.
En el barrio Caridi, ubicado al fondo de la costanera sur, los vecinos están viendo con preocupación cómo el agua se acerca a sus hogares e incluso ha ingresado en algunas casas. Sin embargo, el miedo a ser víctimas de la inseguridad los lleva a negarse a evacuarse. Uno de los residentes menciona: "Yo siempre viví aquí, toda mi vida. Mi casa es una de las que está inundada. Las familias no van a salir porque nadie quiere dejar sus pertenencias".
Una vecina relata cómo el agua ingresó rápidamente a su casa: "El viernes ya avanzó el agua, y saqué todas las cosas y las llevé. Algunas cosas se dañaron, pero otras pude rescatar. La gente se queda dentro de las casas por miedo".
En el barrio Quinta Ferré, ubicado entre las zonas Seminario y Canal 13, el agua rodea las casas y ha cubierto por completo la cancha de fútbol del barrio. La energía eléctrica ha sido cortada debido al avance del agua y el peligro que esto representa. Las familias que han debido evacuarse, unas 12 en total, se han dirigido al Centro Integrador Comunitario (CIC) del barrio Anahí.
Una historia que resalta en medio de la crecida es la de un residente que lleva a los niños del barrio en canoa hasta la escuela. La situación es complicada, ya que la profundidad del agua es de al menos 2 metros. Las familias afectadas han buscado refugio en casas de familiares o en el CIC del barrio Anahí, donde reciben asistencia y apoyo. La inseguridad y la resistencia a dejar sus hogares son desafíos adicionales que enfrentan los residentes afectados por esta crecida del río Paraná.