Hasta la noche del martes, aproximadamente 600 personas permanecían en los centros de evacuados de la capital correntina. Sin embargo, se anticipa que esta cifra disminuirá en el transcurso del día de hoy, gracias a las labores de limpieza y desagote llevadas a cabo en las zonas más afectadas por la tormenta.
José Pedro Ruiz, subsecretario de Riesgos y Catástrofes de la Municipalidad, informó que desde temprano se iniciaron trabajos en los barrios periféricos, priorizando áreas como San Ignacio, Santa Rita, Sur y La Olla. Las tareas incluyeron el uso de bombas para drenar el agua acumulada y maquinaria pesada para limpiar canales y desagües. Asimismo, se realizaron labores de limpieza de sumideros y retiro de ramas en varios barrios, con el objetivo de prevenir futuros incidentes en caso de nuevas precipitaciones.
El ministro de Obras y Servicios Públicos de la Provincia, Claudio Polich, atribuyó el colapso de los desagües de Corrientes a los 300 milímetros de agua caídos durante la tormenta. Polich destacó que incluso ciudades como París o Nueva York no estarían preparadas para soportar una cantidad tan extraordinaria de lluvia, y señaló que la capacidad de drenaje de la ciudad está diseñada para manejar hasta 200 milímetros de precipitación. El funcionario subrayó que frente a catástrofes de esta magnitud, es difícil tomar previsiones adecuadas.