Después de intensas negociaciones entre la Casa Rosada y el Congreso de la Nación, el oficialismo finalmente alcanzó un consenso mayoritario el miércoles pasado. Este acuerdo permitió que el jueves se realizara un plenario de comisiones donde se logró plasmar un dictamen de mayoría sobre la ley de Bases y Puntos de Partida.
El proyecto ahora está listo para ser tratado en el recinto durante una sesión que se espera extensa, posiblemente hasta el miércoles en la madrugada. Según fuentes parlamentarias, se garantiza una votación en general con al menos 135 votos a favor, provenientes de varios bloques, incluyendo La Libertad Avanza (LLA), PRO, Hacemos Coalición Federal, radicales, Innovación Federal y otros.
A pesar de este respaldo, persisten desafíos en la votación en particular, donde algunos artículos cruciales podrían ser objeto de debate y modificaciones de último momento.
Uno de los temas más controversiales ha sido la reforma laboral, que fue objeto de intensas discusiones. La versión final incluye la derogación de multas por no registración, ampliación del período de prueba y la implementación del fondo de cese laboral optativo.
Sin embargo, la UCR y la Coalición Cívica presentaron un dictamen de minoría y buscarán introducir cambios durante el debate en el recinto, especialmente en lo que respecta a la reforma laboral y el impuesto al tabaco.
Además, la fuerza política de Elisa Carrió se ha manifestado en contra de otorgar "superpoderes" al presidente, y hay incertidumbre sobre la reversión de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias, donde el Gobierno busca establecer nuevos mínimos no imponibles.
El radicalismo también está dividido respecto al Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), con posibles votos en contra o propuestas de cambios para favorecer inversiones de menor escala.
Los diputados del espectro "dialoguista" enfrentan una encrucijada, expresando su deseo de respaldar la ley pero mostrando descontento con ciertos puntos del proyecto final.