En una demostración de fuerza sin precedentes, cientos de miles de personas se congregaron en las calles del centro de Buenos Aires y de las principales ciudades de Argentina para exigir un mayor financiamiento para la universidad pública y mejoras salariales para sus trabajadores. Contó con la participación de estudiantes, docentes, autoridades universitarias, centrales sindicales, organizaciones sociales y agrupaciones de derechos humanos, se realizó en respuesta al preocupante nivel de desfinanciamiento que enfrentan las universidades nacionales.
Un informe reciente de la ONG ACIJ reveló que los montos asignados para la educación superior son los más bajos en casi 30 años, y la ejecución presupuestaria del primer trimestre de 2024 reflejó una reducción significativa en comparación con el año anterior.
Entre las demandas de los manifestantes se destacan un presupuesto actualizado acorde a la inflación, aumento de los salarios para docentes y no docentes, revalorización de las becas Progresar y Manuel Belgrano, y el sostenimiento del CONICET para evitar la fuga de talentos científicos.
El gobierno de Milei ha sido criticado por sus políticas que afectan negativamente al sector, como la reducción de becas doctorales del CONICET y la suspensión de programas de equipamiento e infraestructura científica. La decisión de no renovar los contratos de cientos de trabajadores de ciencia y tecnología también ha generado fuertes críticas y aumentado la indignación de los manifestantes.